Siempre he sabido que el título de madre o de padre no se gana con un embarazo sólamente. Es necesario aprobar muchas más asignaturas para conseguirlo: amor, paciencia, enfrentamientos, solución de problemas, convivencia, apoyo, confianza, entusiasmo, ilusión, tristeza, esperanza, juego, sacrificio, esfuerzo, pena, alegría... y seguro que me dejo alguna.
Existe un grupo grande de mujeres que se inscribieron en el curso de madres biológicas y aprobaron el primero año pero que, con el paso del tiempo, se fueron dejando el resto de asignaturas para septiembre o que, incluso, ni siquiera se presentaron a los exámenes.
Pero también podemos encontrar, sin embargo, otro grupo inmenso de mujeres que decidieron cursar estos estudios y se entregaron en cuerpo y alma a ellos, aprobando cada asignatura en las primeras convocatorias, con mejor o peor nota, pero dejándose la piel en ellas.
Del mismo modo, están las mujeres que se inscribieron pero que, por razones ajenas a ellas, por motivos que no fueron capaces de soportar, por desgracias familiares o por actos totalmente involuntarios, no pudieron continuar y, por consiguiente, se vieron obligadas a darse de baja en sus estuidos.
Y precisamente, debido a este último grupo, surgió una nueva especialidad: la adopción. Se trata de una rama en la que mujeres de todas partes del mundo, se ofrecen voluntarias para continuar los exámenes que las otras no pudieron enfrentar.
Sea como sea, si miramos a nuestro alrededor, descubriremos cuántas mujeres hay con esta titulación, conseguida de diversas maneras. A todas ellas es a quienes hoy quiero dedicar este día. A las MADRES que día a día luchan para poner en práctica todo lo que les ha enseñado la vida, las que aun habiendo aprobado con creces cada uno de los exámenes se presentan a subir nota sin importarles lo duro que pueda resultar. A las que hacen trabajos extra para conseguir rascar una décima más. A las que no se conforman con las anotaciones en rojo al margen de la hoja y van a hablar con el profesor. A las que se arman de paciencia y recopilan información en la biblioteca, en internet o con otras compañeras de clase. A la que, habiendo conseguido el título, siguen practicando cada nuevo día para no quedarse obsoletas. A las que, no conformes con las notas que han sacado, deciden hacerse cargo de los exámenes que otras no aprobaron. A las que decidieron continuar los estudios donde otras lo dejaron. A las que prefieren las cosas difíciles y optan por recuperar las asignaturas que otras suspendieron. A las que saben que nada está perdido y que todo se puede solucionar y se matriculan en "asignaturas especiales"... A las que aún no se han decidido y de momento, sólo asisten a charlas informativas. A las que ya lo tienen claro y han dado el primer paso, y el segundo, y el tercero... A las que están esperando la nota final.
A todas vosotras, a todas nosotras, FELIZ DÍA DE LA MADRE.
PD: y en especial a una alumna que cursa sus estudios con honores: A MI MADRE.
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